Un tibio sol de septiembre me despertó colándose por mi ventana. En la esquina de mi habitación, sobre una silla, estaban colocadas la ropa blanca, el pañuelico y la faja roja y una camiseta donde se podía leer el nombre de mi peña, EL CAPOTE.
Los nervios los tenía a flor de piel, bajándo por la calle Ligués camino de la plaza del ayuntamiento.Al llegar allí me temblaban las piernas al ver toda la plaza llena y del mismo color , blanco y rojo.
Después de comer hubo el primer encierro de las fiestas, al que yo no fuí, porque estaba en la plaza de toros calentando para el concurso de toros en punta. El concurso estuvo muy reñido pero al final me direron por ganador.
El día de la patrona fuí a misa y a la procesión, en la plaza del ayuntamiento un amigo de mis hermanos le puso el pañuelo a la virgen. Por la noche cenamos toda la cuadrilla en los paseos y despues fuimos a las tómbolas.
El día de la populacha fué el día de más ambiente por las calles de todas las fiestas, empezó el día con una gran comida en la calle Ligués y siguieron con discoteca hasta las diez de la noche.
El día del niño fuimos al cohete y después a la hofrenda de flores en la iglesia. Por la tarde toreamos becerillas en la plaza y luego fuimos todos juntos al gigantón.
Hemos comido toda mi familia junta menos el dia del abuelo por que se fueron a comer con los jubilados. El ultimo día de fiestas nuestra peña EL CAPOTE participamos en el garm prix nos lo pasamos fenomenal a Adiran le perseguia la baquilla y se tiro a la piscina de cabeza.
Para mí las fiestas de mi pueblo son las mejores del mundo entero.
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